“Los clientes leales no sólo regresan, no sólo te recomiendan, insisten en que sus amigos hagan negocios contigo”.
Chip Bell.
En esta ocasión te hablaremos sobre cómo mejorar la experiencia de usuario. Para ello debemos comenzar analizando a nuestros usuarios: quiénes son, qué necesitan, qué valoran, sus habilidades y sus limitaciones. Conocer a nuestro usuario nos ayudará a desarrollar la experiencia que necesitan y esperan de nuestras marcas
Comprende a tu público objetivo y su trayectoria
La experiencia de usuario tiene que ver con nuestro público objetivo y el viaje en el que se encuentran; si no tenemos una comprensión sólida de estas áreas, entonces aquí es donde debemos comenzar.
Aquí la investigación es la clave. Debemos aprovechar investigaciones previas para luego ir profundizando aún más. Por ejemplo entrevistando a las personas reales que compran nuestros productos o servicios. ¿No hay tiempo para reunirse con ellos? No hay problema podemos usar herramientas como google forms
para crear formularios o si deseamos algo más profesional podemos buscar algún experto que nos asesore en la investigación.
Para iniciar esta investigación necesitaremos partir de las siguientes preguntas
¿Conocemos lo suficiente sobre nuestro público objetivo como para describirlo en un personaje?
Realizar la práctica de ilustrar a nuestro público objetivo en un personaje puede sernos de gran utilidad. Y para ayudarte te invitamos a responder estas 6 preguntas.
¿Cuáles son sus hábitos de consumo?
(Cómo usa su tiempo, en que suele gastar su dinero)
¿Cuál es su nivel socio económico?
(A qué estrato social pertenece, cuanto gana)
¿Cuáles son sus datos sociodemográficos?
(Sexo, edad. ocupación, nacionalidad)
¿Cuáles son las necesidades que debe cubrir?
(En su trabajo, su día a día, sus relaciones)
¿Qué actitudes caracterizan a su personalidad?
(Su comportamientos, creencias, decisiones)
¿Dónde podemos conseguir estos datos?
Herramientas como Google Analytics o nuestros administrador de relaciones con cliente (CRM) nos ayudarán a identificar con qué contenido o funciones está interactuando nuestra audiencia cuando están en nuestros sitios web, cómo evolucionan sus gustos con el tiempo, y donde las personas abandonan su interacción con nuestras marcas.
También debemos tener en cuenta que, a veces, no siempre existe una alineación entre lo que nuestra audiencia dice que quiere, haría o valora más y lo que realmente hace para mostrarnos lo que más valora. Es importante analizar lo que nos dicen los datos para que podamos comprender mejor a nuestra audiencia e identificar estadísticas y elementos de acción para mejorar su experiencia.
¿Y ahora qué hacemos con estos datos?
Debemos usarlos para moldear la experiencia de usuario en cada etapa del viaje de nuestra audiencia, realiza experimentos para encontrar qué funciona mejor. Durante estas pruebas ser constante con nuestros esfuerzos nos ayudará a determinar si nuestros usuarios objetivos pueden usar nuestros productos o sitios web de una manera intuitiva.
En las pruebas de usuario, también llamadas pruebas de usabilidad, debemos asignar a las personas de nuestro público objetivo tareas específicas para completar con nuestros productos o en nuestros sitios web, haciendo que expresen sus pensamientos en voz alta mientras intentan completar la tarea.
Al observar los comportamientos de nuestros probadores y escuchar sus procesos de pensamiento, podemos obtener información valiosa sobre lo que funciona (experiencia positiva) y lo que no (experiencia negativa).
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